SOMOS TODO

Cada persona es una historia, cada historia es un proceso, cada proceso es un viaje de aprendizaje y reconciliación con el universo. No podemos cambiar el destino, no podemos modificar los sucesos, solo podemos avanzar hacia la luz y la libertad de ser seres poderosos y mágicos, llenos de energía celestial que nos hace magistralmente únicos y dichosos de tener el poder para cambiar el mundo.

Somos el hoy, somos los momentos que persiguen las horas, los días, los años, somos un conjunto de todo y al final no seremos nada, somos de la naturaleza sin embargo ella no nos pertenece.

Hoy quiero ser parte de ese todo, quiero levantarme cada día y disfrutar del sol, del aire, de la luna y las estrellas, quiero ver, oír y sentir, quiero volar y soñar, yo quiero saber más y todo ese conocimiento lo quiero forjar en una hermosa herramienta, quiero aprender, quiero experimentar las mejores aventuras, quiero atreverme porque quizá solo tenga una oportunidad, quiero ser la mejor persona que puedo ser.

Quiero hacer amistad con la gente, con los árboles, con los animales y hasta con las rocas, quiero sentir que exploto de armonía con el mundo, quiero sentir esa paz inmensa que abunda en aquello que refleja la calma de la vida.

Veo todo con profundidad y pasión, y me regocijo por ello.
Veo las arrugas en el rostro de un anciano y puedo ver su historia, ahí están contados sus atesorados recuerdos y memorias.
Veo los primeros pasos de un bebé y pienso en lo mucho que le falta por andar, aún es el inicio del camino.
Veo a un perro y veo las más puras de las virtudes, bondad, amor, lealtad, inocencia.
Veo el mar y pienso en que todo lo que parece infinito en realidad tiene un final.
Acabamos, así somos, SOMOS TODO para al final no ser nada.
Somos milagro.
Todo es un milagro.