Enamórate.

Enamórate de la vida, enamórate de la naturaleza, enamórate de las buenas vibras, enamórate de la humildad, del perdón y de la paz.

Enamórate de ti mismo. Sé una persona confiada de tus capacidades, de tus poderes y habilidades.
No esperes a que llegue alguien y te diga ¡Oye, eres realmente inteligente! ¡Oye, eres bueno en eso! no, no esperes que alguien más llegue a hacerte sentir bien con un cumplido, agradece cuando lo hagan, pero no llenes tu ego con cumplidos que hacen los demás.

Cree tu mismo en tu inteligencia y en lo bueno que eres para algo. Llénate tu mismo de cumplidos, porque al creer en ti, todo mejora, todo cambia, si crees en ti mismo, al final todos lo harán.

Si eres una chica, amate a ti misma, si eres un chico, amate a ti mismo, no esperes encontrar una pareja para que te haga sentir bien, si te sientes bien solo y te amas a ti mismo, ¡imagina cuanto podrás amar a alguien más!

Sé paciente, espera por la persona correcta y cuando llegue, enamórate de su sencillez, enamórate de su pensamiento, de su seguridad, de su tranquilidad, de su ánimo para ayudar a los demás.

Enamórate sana y profundamente, ama a tu prójimo, ama a las personas que te rodean y están a tu lado, porque a fin de cuentas, el amor es lo único que puede cambiar al mundo.
¡Enamórate de Dios!