Nota 10
Hoy llegué al trabajo obligándome a sentirme bien cuando en realidad no hubiera querido ni levantarme, estaba cansada, desanimada, tenía pereza y sueño, pero todas las mañanas me despierto pensando "este será un buen día" agradezco, me levanto y empiezo mi rutina, sí... mi rutina, solo que me dí cuenta de eso hasta hoy, nuestros días transcurren con acciones tan mecanizadas que la mayor parte del tiempo ni siquiera prestamos atención a lo que estamos haciendo, y ¿saben que? hasta en la rutina hay crecimiento, aprendizaje y reflexión.
Conecté la cafetera, puse el café, conecté mi computadora y la encendí, la oficina estaba en silencio, cantó un gallo, vi unas gotas de agua caer de la ventana, el cielo estaba gris, entró una brisa que sentí en mi cara, empecé a escuchar la cafetera y a sentir el olor fuerte del café; ya no me sentía cansada, desanimada, ya no tenía pereza ni sueño, solo estaba pensando, prestando atención a los sonidos y olores, haciendo una autoevaluación de todo lo que paso desapercibido y que tiene importancia en mi vida.
Pienso en los momentos en que salimos de esa rutina; cuando vamos al campo, a la playa, al parque, a comprar un helado o comemos un pedazo de pastel, pienso en las risas, ¡no!, pienso ¡en las carcajadas! que al estar con amigos no se pueden evitar, ¡duele el estómago y brotan lágrimas de felicidad!, pienso en las tardes de domingo viendo tele en el sofá, comentando la película con la familia, tomando té caliente, atolito o comiendo pan con café, pienso en el dolor de piernas, sudor y alegría que da el estar correteando en el patio jugando con los perros, como dan vueltas y saltan de euforia.
Pienso en los abrazos de mi hermano al verme llegar del trabajo, pienso en mi hermana cantando mientras lava los platos, pienso en la música que pone mi papá mientras riega las plantas, pienso en mi mamá arreglando su largo cabello, pienso en lo suaves que son las manos de mi abuela con todas esas arruguitas, pienso en mi tía y en su entusiasmo al enseñar.
¡Pienso y suspiro! no cabe duda de que agradezco la rutina porque me hace sentir, pensar y agradecer más esos pequeños momentos que muchas veces no sabemos apreciar...
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